Se trata de un castro celtibérico situado en la zona del Comunero de Revenga. Se accede desde el aparcamiento de Revenga siguiendo la pista forestal hasta una indicación que nos desvía a la derecha.
La vegetación impide ver bien sus características. Su lado más accesible es el suroeste, por donde llega el camino de acceso, ofreciendo algo más de dificultad su lado oeste y siendo inaccesible por su lado oriental defendido por un fuerte cortado.La superficie del castro, de unas 4 hectáreas, está rodeada de una potente muralla derruida, que se puede seguir bien en su lado occidental reflejada en un alomamiento paralelo a una cerca de ganado (de ahí el nombre del castro); en un momento determinado gira hacia oriente, aprovechando los resaltes rocosos, rematando en el lado este, donde el fuerte cortado existente hace innecesario el refuerzo artificial. La muralla queda bastante desdibujada por su lado suroeste y en el recinto interior no se aprecian estructuras visibles.
El Nido de Pinares
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