La formación del núcleo actual de El Burgo de Osma se fraguó a partir del año 1101, cuando el obispo Pedro de Bourges (San Pedro de Osma) eligió como sede catedralicia un monasterio ubicado junto al río Ucero, hecho que favoreció el florecimiento de un próspero burgo de comerciantes y artesanos. Esta situación privilegiada se prolongaría durante siglos, llegando en época renacentista a poseer un centro universitario.
El Burgo de Osma, antigua y monumental ciudad episcopal, se sitúa al pie del río Ucero y ofrece uno de los recintos medievales mejor conservados de toda la provincia soriana. No en vano, la ciudad ha sido declarada Conjunto Histórico-Artístico.
Plaza Mayor. Barroca del XVIII y de planta cuadrada alberga el magnifico edificio del Hospital de San Agustín en uno de sus extremos, en el otro la Casa Consistorial y en los lados típicas casas castellanas con soportales, es el centro neurálgico de la vida cultural y social de la villa burgense.
Hospital de San Agustín. Finalizado en 1704 y bajo el mecenazgo del obispo Arevalo y Torres es declarado BIC con categoría de Monumento y hoy día centro cultural y sede de la Oficina de Turismo. El imponente edificio tiene dos magníficas torres decoradas con escudos del donante y rematadas con chapiteles, su ornamentación de bolas, pirámides y rombos de sabor herreriano armoniza con el mejor barroco castellano.
Ayuntamiento. La Casa Consistorial reproduce el esquema estructural del hospital con humildad y sencillez. En el cuerpo central dos plantas de galería adintelada, la inferior con columnas toscanas procedentes del Ayuntamiento medieval. Las torres de tres cuerpos y los remates de las mismas con chapitel sencillo y en el centro reloj, campanillo y veleta quieren emular la hornacina de San Agustín del hospital frontero.
Calle Mayor porticada. Es la arteria principal de la villa que comunica dos espacios y aun cabría decir dos épocas distintas: la medieval Plaza de la Catedral con la dieciochesca Plaza Mayor. Es la principal calle comercial donde se sitúan los bares más típicos y aquellos mesones de inconfundible sabor castellano donde degustar las tapas más tradicionales acompañadas con los mejores vinos de nuestra Ribera de Duero.
Catedral. Además de su sorprendente monumentalidad hay dos cosas que nos impactan al contemplar por primera vez la seo burgense: la magnífica portada principal del mejor y más puro estilo gótico clásico y la imponente y majestuosa torre barroca. Una vez dentro tendremos tiempo para descurbir los tesoros artísticos de varios estilos que desde el románico más puro al más reciente neoclásico guarda con celo la catedral de Ntra. Sra. de la Asunción. Escasos pero de gran belleza son los restos escultóricos de estilo románico pertenecientes al antiguo claustro del mismo estilo que aun se conservan. La planta es de estilo gótico del XIII con nave central, dos laterales, crucero y cabecera originalmente con cinco ábsides, en el XVIII se añade una girola neoclásica y varias dependencias. Su claustro gótico flamígero del XVI posee una serena belleza y da paso a las salas de los museos donde entre otras joyas se encuentra el Beato de Osma del siglo XI.
Castillo de Osma. El Castillo medieval datado en el siglo X se eleva sobre un cerro rocoso adaptándose a las irregularidades del terreno. Se conservan lienzos del recinto principal y su torre del homenaje en proa. También restos de los otros dos recintos amurallados que potenciaban sus defensas. La Torre del Agua junto al río pertenecía a las murallas exteriores.
El Nido de Pinares
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